Fotografía por: Andrés Asturias y Victor A. Martínez
Situada en un terreno boscoso de pronunciada topografía en las afueras de la Ciudad de Guatemala, la casa Corallo produce un diálogo constante con la naturaleza existente y su configuración arquitectónica. A pesar de responder estratégicamente a los elementos principales de la situación natural del sitio, la geometría escogida resalta por las líneas definidas y los volúmenes evidentemente formales. La estrategia de conservar los árboles constituye un reto existente desde el inicio del proceso de diseño. Se consensuó que la configuración arquitectónica reflejara la topografía del terreno, además de conservar los árboles principales entrelazándose con la construcción, que más allá de respetar la naturaleza, la aprovecha e integra un diálogo permanente con las características genéricas del terreno. La existencia de árboles en el interior narra un estado preexistente, y con ello han sido invitados a formar parte de la nueva historia del lugar. Su presencia es casi tectónica, al grado de parecer que la casa se sostiene sobre ellos. Esta actitud disuelve las fronteras entre refugio y naturaleza, los funde. Educa y muestra cómo la naturaleza puede ser entendida como espacio de habitar y no sólo de contemplación.
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