Por: Walterio Iraheta. Fotografía por: Walterio Iraheta
Venecia, la ciudad flotante, una maravilla de la arquitectura antigua, los niveles del agua que la rodean fluctúan en un vaivén rítmico, un sube y baja que a veces excede los niveles y encienden sirenas de alarma en lo que parece ser una perfecta metáfora en la historia de la Bienal más vieja y la de más prestigio en el mundo del arte.
Cada edición tiene su propio “nivel”, cada proyecto expositivo que se presenta en este evento tiene su propio “nivel”; un nivel que puede variar de acuerdo al país o el área que representa, de acuerdo al curador, a los artistas que incluye y por supuesto a los ojos con el que el público lo mire.
Gira tu teléfono a posición vertical.